PIRLADAS

viernes, agosto 10, 2007

Listado de premios Hugo, Locus y Nébula


Para completar las sugerencias de lectura para este verano, aquí os dejo el listado de premios Hugo, Locus y Nébula desde su primera edición hasta el 2006. Que no se diga que no me preocupo por vosotros, malditos.

miércoles, agosto 08, 2007

Barra libre de hormonas de crecimiento

El otro día tuvimos una conversación sobre el dóping en el deporte de élite y en el ciclismo en particular. En ella os comenté que existían unas confesiones de un ciclista arrepentido que te ponían la carne de gallina. Son estas...

Jesús Manzano da testimonio en la entrevista concedida al diario AS de su sometimiento al dopaje durante los tres años que perteneció a la disciplina del Kelme, e incluso reconoce que en dos ocasiones, durante el año 2003, temió por su vida.


Entre las peores vivencias que cuenta el ex ciclista destacan dos, la primera durante el Tour de Francia en la que admite que experimentó con un medicamento nuevo y la segunda tras una transfusión de sangre que se le practicó en Valencia. Durante su experiencia en el Tour de Francia Manzano explica que "...por la mañana me pusieron 50 mililitros de dicho producto (una sustancia que jamás había utilizado antes)".

Una vez comenzada la carrera el ex corredor admite que comentó a dos compañeros que se "encontraba raro, que tenía una sensación como de pájara, mareado, como cuando llevas 200 kilómetros, que ya sólo vas por inercia, y con los brazos sin fuerza". "Me sentía raro, tenía la lengua como hinchada, como que no me entraba aire. Si me hubieran hecho un agujero en la garganta lo hubiera agradecido", explica Manzano.

Manzano comenta que el segundo peor momento en su carrera fue el 25 de julio de 2003 en Valencia, cuando le hicieron una transfusión que su organismo no aceptó "cuando llevaba 125 ml de la sangre, me empiezo a encontrar muy, muy mal, con escalofríos y tiritera", y apostilla, "si me meten medio litro vuelvo a casa en una caja de pino".

En este enlace podéis encontrar la entrevista completa, que consta de 4 capítulos. Estas declaraciones fueron utilizadas por la policía como punto de partida para destapar la famosa Operación Puerto.

martes, agosto 07, 2007

Enemon Kawaguki y los 8 afortunados

Si alguna vez creéis que la suerte os ha abandonado, será bueno que penséis en Enemon Kawaguki.

Este japo era un ingeniero de Mitsubishi durante la Segunda Guerra Mundial en una fábrica situada en Hiroshima dedicada a la industria bélica, lo que la hacía objetivo de algunos bombardeos Aliados. Kawaguki no deseaba quejarse, los bombardeos eran peligrosos, pero se repetía a sí mismo que más peligroso era estar fuera de Japón. Por aquella época contaba con 40 años y era un hombre enérgico y deportista.

La mañana del 6 de Agosto de 1945, alrededor de las 8 de la mañana, estaba en su despacho. Se aproximaba un B-29, pero las sirenas de la ciudad no lo habían advertido pues no implicaba un bombardeo sino que podía ser un avión de reconocimiento o un avión de propaganda. Después de ver oleadas de aviones, uno solitario no era nada importante. Los obreros de la fábrica, por si acaso, se dirigieron a los refugios y él, ocupado en su trabajo, se demoró un instante antes de seguirles.

Los primero que sintió fue un intenso resplandor y después quedó inconsciente. El intensísimo calor, de quizá 3.000C°, convirtió instantáneamente en carbón a miles de seres humanos. Miles más les sobrevivieron unos pocos segundos, para ser golpeados por escombros o sepultados por edificios caídos. Muchos se tiraron a ríos que habían hervido. Murieron unas 200.000 personas, la mitad de la población diurna de la ciudad y desaparecieron aproximadamente 60.000 edificios. Al despertar, estaba desnudo (su ropa había ardido). La fábrica estaba desierta y ardía en llamas ya que estaba 5 km del punto cero. Había recibido dos heridas, una en la cabeza, debida a un hierro, y otra en la espalda, debida a una teja. Ensordecido y aturdido, Kawaguki se alejó de la fábrica y del centro de Hiroshima desde el cual soplaba un desagradable aire caliente. Corrió hacia el mar y luego hacia el río que rodeaba la fábrica. Estuvo bastante tiempo en el agua y subió a una colina desde donde pudo ver la desolación causada por la bomba. Exhausto, se quedó dormido.

La fresca brisa del mar lo despertó a las cinco de la tarde. Las heridas y las quemaduras le dolían, pero el aire fresco parecía calmarlas. Anduvo hacia la periferia de la ciudad y siguiendo las vías del tren encontró un vagón. Ya había anochecido y tenía frío, así que entró en el vagón, se acurrucó en el interior y volvió a dormirse.

Despertó dos días después. No recordaba nada. Estaba a bordo de un tren y médicos y enfermeras habían atendido sus heridas. El tren avanzaba y avanzaba y parecía no detenerse nunca. Al final, la mañana del 9, el tren se detuvo y Kawaguki bajó del vagón por su propio pie junto a otros compañeros de viaje supervivientes, empezó a caminar hacia el centro de la ciudad. Parecían estar en una hermosa ciudad alejada de la guerra y de sus horrores. Sin embargo, en pocos minutos oyeron el sonido de un solitario B-29 acercándose desde el mar. Kawaguki se arrojó contra la cuneta y se pegó al suelo todo lo que pudo. Los otros caminantes que pasaban por su lado le miraban sorprendidos creyendo que se había vuelto loco. Estaban a unos 4 kilómetros del centro de la explosión, en Nagasaki. Vio el resplandor, la oleada de calor y la destrucción. Esta vez no perdió el conocimiento y pudo ver el hongo nuclear y cómo los que estaban a su alrededor estallaban literalmente en llamas.

Kawaguki nunca se recuperó psicológicamente de su doble experiencia atómica. Tras curar las heridas sufridas por la segunda explosión se dedicó a vagar sin rumbo por el país, con la razón casi perdida. Incapaz de concentrarse, vigilaba temeroso y constantemente el cielo por si volvía a ver aparecer un solitario B-29.

Después de 12 años, en 1957, Kawaguki moría en un hospital de Nagasaki. Finalmente, su cuerpo no fue capaz de soportar la radiación recibida. Quedó archivado como el caso clínico 163.641, el hombre que sobrevivió a dos bombas atómicas.

Esto es sólo la vida de una de las 8 personas que han sobrevivido a las dos bombas lanzadas sobre Japón. En Japón se los conoce como los Ocho Afortunados, y son las únicas personas que estuvieron tanto en Hiroshima como Nagasaki cuando las bombas atómicas fueron lanzadas. Si bien es muy probable que más personas hayan sobrevivido a ambas detonaciones, de hecho el Museo de la Paz en Hiroshima calcula que pudieron existir unas 160 Nijū Hibakusha (traducción literal: personas doblemente bombardeadas), la falta de registros por parte del gobierno y el caos tras la rendición de Japón hicieron que solo se confirmaran ocho casos. Frustrado con este panorama el afamado productor de TV Hidetaka Inazuka decidió filmar un documental llamado “Niju Hibaku” (Doble Irradiación) en el cual entrevista al último sobreviviente, Tsutomu Yamaguchi, de 90 años y del que aparentemente sale la historia de Enemon.

Yamaguchi era un ingeniero de Mitsubishi trabajando en el puerto de Nagasaki. El destino quiso que el fatídico 6 de Agosto en el cual fue detonada la nefastamente famosa “Little Boy” de 13 kilotones se encontrara en Hiroshima en un viaje de negocios con el fin de asegurar el suministro de repuestos al astillero de Nagasaki. En el momento exacto de la explosión se encontraba a 2 Km de la Zona Cero guarecido por una fortificada instalación de la zona industrial de Hiroshima. Sin embargo, el calor intenso y los temblores hicieron que sufriera fuertes quemaduras y contusiones por todo su cuerpo. Solo recuerda ver el flash y lo difícil que era respirar con el aire tan caliente. Tras ver el caos y el descontrol pasó dos días intentando volver a su ciudad. Al llegar, a pesar de las heridas decidió reportar lo ocurrido a su jefe quien, como toda la población de Japón, se encontraba totalmente ignorante de lo ocurrido. Como ingeniero Tsutomu sabía que el arma utilizada en Hiroshima era para nada convencional y temía que la guerra esté totalmente perdida. Sus temores se confirmarían ese mismo día, el 9 de Agosto, explotó la segunda bomba, Yamaguchi se encontraba en las oficinas del astillero a unos 3 Km de la zona cero reportando y describiendo todo lo visto. Volvió a sentir el calor intenso y en ese momento, según sus palabras “aterrado pensé que las explosiones me estaban siguiendo a mi”. Cuando salio a las calles llegó a pensar que había llegado el fin del mundo.

Afortunadamente desde ese entonces Tsutomu pudo vivir una vida pacífica y formar una familia. Ya jubilado sigue viviendo en Nagasaki y dedica su tiempo libre a escribir poesías.

Fuente: historias de la ciencia

domingo, agosto 05, 2007

Los increibles piños de la final de la Copa del Rey 1984

Recordais la patada de Migueli. Final mítica!

La tetralogía de "Pórtico"

Pórtico (título original Gateway, 1977) es una novela de ciencia ficción escrita por Frederik Pohl, la primera de la Saga Heechee, ganadora de los premios Nebula de 1977 y Hugo y John W. Campbell Memorial de 1978 (es la única novela en la historia en obtener estos tres premios). La obra es la primera parte de una tetralogía sobre unos misteriosos seres extraterrestres: los Heechee.

Pórtico no es la clásica novela de monstruos verdes de apariencia viscosa y torpes al caminar; no es la historia de viajes especiales para librar guerras intergalácticas; ni tampoco la muy trillada versión de la conquista del espacio por parte del hombre al verse éste destruido en su propio planeta Tierra. El argumento de Pórtico va mucho más allá: es la historia de un desdichado habitante de la Tierra que, como la gran mayoría que no tienen la fortuna de vivir bajo la "Burbuja", sobrevive trabajando de minero en condiciones infrahumanas. Sólo le quedan las esperanzas, como todos los desdichados la tienen, de migrar a Pórtico, donde el trabajo da para forrarse de billetes y vivir con las comodidades de un rey dentro de la Burbuja, donde el aire es puro y se puede vivir sin las molestias del exterior. Pero la cosa no es fácil, ya que Pórtico no está en la Tierra. Se localiza dentro de un asteroide otrora habitado por una raza de alienígenas que desaparecieron desde mucho antes de la existencia de nuestra especie, los Heechee, como le llamaron sus descubridores. Nuestro protagonista sueña con tomar un crucero espacial que lo lleve allí. Claro que la cosa se pone en tanto más desagradable, sumado al hecho que está en el espacio exterior, porque el trabajo consiste en tripular una de las tantas naves Heechee encontradas en el asteroide que: tienen un rumbo fijo que nadie conoce y nadie puede manipular. Los administradores de Pórtico, formado por una comisión de diferentes países, no saben qué tecnología poseen las naves, no saben dónde están, cómo eran, cómo son y porqué desaparecieron los Heechee. Sólo se encuentran sus vestigios, así como en la ya habitada Venus. Por lo que la novela entra dentro del subgénero “ciencia ficción especulativa”.

Un punto a favor del argumento son las dichosas naves: resultan trampas mortales para sus tripulantes. Algunas de plano no regresan, algunas otras regresan con la mitad de sobrevivientes (no más de 5 en la más grandes) y los que regresan vivos o no llegan del todo cuerdos o no llegan completos. La vida es el precio que se paga para trabajar en Pórtico, donde confluyen todos los habitantes de la Tierra, ya sea de vacaciones o para trabajar (vamos, no es la clásica novela Sci-Fi con personajes exclusivamente americanos.

El interés en un descubrimiento arqueológico son los avances científicos que representen para la comprensión de nuestro pasado y el desarrollo de nuestra cultura. El descubrimiento fortuito del asteroide acondicionado por una inteligencia extra terrestre desaparecida misteriosamente (¿alguien piensa en los mayas?) llamados Heechee y de la propia raza, además de desconocidos artefactos regados por todo el asteroide, debe pensarse que serán una importante relevancia científica como lo fue el descubrimiento de sitios arqueológicos como el Machu Pichu. En este caso, detrás de Pórtico sólo existe el interés económico. Quien descubre cómo manipular una nave sin peligrar su propia vida merece una fuerte compensación, el que tripule una nave y regrese ileso merece una compensación, además, si alguien logra llegar a un planeta y encuentra más artefactos Heechee, preferentemente armas, se gana un millón de dólares. Pero ningún trabajador de Pórtico puede quedarse con nada, todo es de Pórtico. Los administradores sólo tienen el interés de vender los artefactos Heechee recién encontrados, forrarse de dinero.

Nuestro héroe, Robinette Broadhead, vive en este mundo, sueña con trabajar en Pórtico porque ahí esta el dinero (la fiebre del oro en el oeste, la migración a Estados Unidos, son paralelismo que encuentro en la obra de Pohl). Logra llegar y obtener un trabajo mal pagado en espera de una salida que le asegure beneficios. Vive atormentado por su niñez en la minas de Wyoming (donde los vegetales crecen con el carbón que se extrae), vive aburrido por una relación con Klara, experimentada prospectora de Pórtico. Termina por embarcarse en una arriesgada misión donde gana una cuantiosa suma. Regresa a la Tierra, vive solo, con lujos en Nueva York, bajo la Burbuja, pero condenado a las sesiones interminables con un psicólogo androide. ¿Por qué no es feliz a pesar de haber logrado sus objetivos? ¿Por qué vive solo y no con Klara? Esas son respuestas que encontraran en la obra, que debe leer todo aquel que se declare amante de la buena ciencia ficción.

Por último, cabe señalar que Pórtico es el primer libro de cuatro en total, que se le ha llamado "La Saga de los Heechees". Los títulos de las obras de la saga son:

Pórtico (Gateway), de 1977
Tras el incierto horizonte (Beyon the blue event horizon), de 1980
El encuentro (Heechee Rendez-V), de 1984
Los anales de los Heechee (The annals of the Heechee), de 1987

Los datos del libro consultado son:

  • Título: Pórtico
  • Título original: Gateway
  • Autor: Frederik Pohl
  • Año de la primera publicación: 1977
  • Año de esta edición: 2005
  • Editorial: Ediciones B
  • Traductor: Pilar Giralt y Ma Teresa Segur
  • ISBN: 84-666-2298-5

La misteriosa desaparición del Regimiento Norfolk

En numerosas ocasiones a lo largo de la historia del hombre se han dado por ciertos algunos acontecimientos, hechos o situaciones que luego han sido demostrados como falsos. De esta forma pasan a formar parte de las "leyendas urbanas", situaciones supuestamente reales, sucedidas a personas concretas y basadas en situaciones creíbles, incluso en algunas ocasiones con datos concretos y fechas que lo avalan. Este podría ser el caso de la supuesta desaparición del regimiento Norfolk, este suceso ha sido transmitido hasta la saciedad en periódicos, libros y revistas, dando por buena la situación y formando parte de uno de esos casos de desaparición en masa que tanto atrae a la opinión pública. Pero vayamos por partes, en primer lugar veamos de dónde procede realmente esta leyenda.

El texto que apareció publicado en Spaceview en Septiembre de 1965 decía así:

"Lo que sigue es la relación de un extraño incidente acaecido en la fecha arriba indicada, durante el periodo final y más duro de los combates que tuvieron lugar en la cota 60, bahía de Suvla, ANZAC (Australian and New-Zealand Army Corps)."

"Había amanecido un día claro, sin ninguna nube visible, como puede esperarse de un bonito día mediterráneo. La excepción la constituían, no obstante, un número de 6 u 8 nubes en forma de "hogaza", todas exactamente de la misma forma, que estaban suspendidas sobre la cota 60. Se observó que, a pesar d ellos 6 u 8 kilómetros-hora de una brisa procedente del sur, esas nubes no cambiaban de posición, ni de forma, ni tampoco se alejaban bajo la influencia de la brisa. Planeaban a una altitud de unos 60º en relación con nuestro punto de observación, situado a 500 pies de altura. Inmóvil bajo dicho grupo, y manteniéndose sobre el suelo, había también otra nube de forma idéntica, que mediría unos 800 pies de largo, 200 pies de altura y 200 pies de anchura. Esa nube era absolutamente compacta, tenía el aspecto de una estructura sólida, y estaba situada a una distancia de unos 300 metros del escenario de los combates en territorio bajo control británico. Todo esto fue observado por 22 hombres de la 3ª sección de la 1ª Compañía Divisionaria, Unidad Neozelandesa del Genio, en la que me incluía yo mismo, desde nuestras trincheras de Rhododendron Spur, a 2300 metros al sudoeste de la nube sobre el suelo. Nuestra posición ventajosa dominaba la cota 60 aproximadamente a 300 pies. Sucedió que, más tarde, esta nube singular se situó a caballo sobre el lecho seco de un curso de agua o de un camino hondo, y nosotros teníamos una visión perfecta de los costados y de las extremidades de la nube, mientras permanecía sobre el suelo. Su color era gris claro, al igual que el de las otras nubes."

"Un regimiento británico, el 1/4 Norfolk, que comprendía varios centenares de hombres, fue visto mientras bajaba por aquel lecho seco del río o camino hondo, hacia la cota 60. No obstante, cuando llegaron a la altura de la nube, andaron directamente dentro de ella, sin ninguna vacilación, pero ni uno solo de ellos salió de allí para desplegarse y combatir en la cota 60. Aproximadamente una hora más tarde, después que el último hombre dela fila hubo entrado en ella, la nube, muy discretamente, se elevó del suelo, y, tal como habría hecho cualquier otra nube o niebla, ganó lentamente altura, hasta que se unió a las otras nubes idénticas que han sido mencionadas al principio de este relato. Al observarlas de nuevo, parecieron todas semejantes a vainas de guisantes. Durante todo este tiempo, las nubes habían permanecido suspendidas en el mismo lugar, pero en cuanto la nube singular hubo llegado hasta su nivel, todas se pusieron en movimiento hacia el Norte, es decir, hacia Bulgaria. En el espacio de tres cuartos de hora habían desaparecido de la vista."

"El regimiento en cuestión se dio por desaparecido o aniquilado, y cuando tuvo lugar la capitulación de Turquía en 1918, loo primero que Gran Bretaña pidió a Turquía fue la restitución de dicho Regimiento. Turquía respondió que jamás había capturado ese Regimiento, ni tuvo el más mínimo contacto con él, y que ignoraba incluso su existencia. Un Regimiento británico en 1914/1918 estaba constituido por un efectivo que situaba entre 800 y 4.000 hombres. Aquellos que fueron testigos de este incidente insistieron en el hecho de que Turquía jamás capturó este Regimiento ni tuvo contacto alguno con él."

"Nosotros, los abajo firmantes, aunque con retraso, y con ocasión del cincuentenario del desembarco del ANZAC, declaramos que el incidente aquí descrito es verdadero en cada uno de sus términos."

"Firmado por los testigos:

-Zapador F. Reichardt, 4/165, Matata, Bay of Plenty.

-Zapador R.Newnes, 13/416, 157 King Street, Cambridge.

-J.L. Newman, 75 Freyburg Street, Octumactai, Tauranga."


Fue Jean Sider uno de los primeros en darse cuenta de algunas anomalías en la redacción del texto:

El primer error de bulto lo encontramos al ver la palabra Regimiento junto a la numeración 1/4. ¿Qué significa esto?, el número 1 significa primer regimiento y el 4 el cuarto batallón, en tal caso estaríamos hablando del cuarto batallón de Norfolk, en ningún caso regimiento. La escritura en mayúsculas de la palabra "Regimiento" también es una incongruencia, sólo podía escribirse (y los militares lo saben bien) en caso de estar acompañando a un nombre concreto, por ejemplo, el 5º Regimiento de Norfolk. Desde luego no se basa la realidad o ficción de este hecho sólo en aspectos técnicos de la escritura, ni mucho menos, veamos los datos concretos que desmifitican esta desaparición.

En primer lugar tenemos el problema de la fecha concreta del suceso, si volvemos a leer la narración de los hechos hecha por los supuestos militares, nos damos cuenta de que en ningún momento aparece la fecha del mismo, los protagonistas supuestamente alegaron la lejanía en el tiempo para no recordar el día concreto, aunque sí recuerdan medidas y cotas, extraño... La fecha que ha aparecido en diversas revistas y que luego ha sido copiada hasta la saciedad del 21 de Agosto, por lo que puede o no ser real. Es más, esta fecha es recordada por otro hecho sucedido al regimiento de los Rangers de Sherwood, los hombres se sumergieron en una niebla gris, siendo posteriormente aniquilados por la artillería turca, quizás este incidente sucedido por la tarde, al contrario del de Norfolk sucedido por la mañana, podría haber sido el hecho que confundiera a los redactantes del famoso escrito.

Muchos lectores se estarán haciendo la siguiente pregunta: ¿Entonces fue dado por desaparecido oficialmente el 1/4 de Nolfolk?. Rotundamente no, en ningún momento, incluso existen documentos del 30 de agosto del regimiento, en septiembre fue trasladado a Egipto, cosa curiosa para un grupo de militares desaparecidos. Pero (siempre hay un pero), sí hubo un suceso extraño que le sucedió al 1/5 de Norfolk (1/4 era el original), el 12 de agosto de 1915, 16 oficiales y 250 hombres, en el fragor de la batalla se introdujeron en un frondoso bosque persiguiendo a sus enemigos, según palabras de Hamilton:

"Pero ninguno fue vuelto a ver jamás, y tampoco jamás se volvió a oír hablar de ellos. Cargaron contra el bosque y ya no se les vio ni se les oyó más. Ninguno de ellos fue vuelto a ver nunca más..."

En 1919 un militar de las fuerzas aliadas de ocupación en Turquía descubrió una insignia del "First Royal Norfolk Regiment". Uno de los campesinos turcos confesó haber encontrado varias decenas de cuerpos de soldados ingleses muertos, en ese mismo lugar los enterró para evitar su putrefacción y ser alimento de las alimañas. Allí aparecieron 180 cuerpos, 122 del 1/5 de Norfolk. De los 267 desaparecidos 124 fueron encontrados, ya que dos aparecieron prisioneros y 143 no fueron nunca encontrados. Nos surgen en este momentos algunas preguntas interesantes:

¿Por qué esperaron 50 años para contar la extraña desaparición?

¿Es posible que confundieran el número del regimiento 1/5 por 1/4?

¿Por qué el tercer militar no indica su numeración como hicieron sus dos compañeros?

Son muchas las dudas que nos asaltan, pero pocas las respuestas, un caso que a primera vista puede parecer real por sus datos concretos, basado en un hecho de similares características que sí que sucedió y firmado por tres militares, dos de los cuales existieron realmente, pero que nunca explicaron estos hechos, ya que no fueron encontrados. Uno de ellos murió meses después de este cincuentenario, como decíamos al principio, esta es la típica y perfecta leyenda urbana.

Fuente: La Rosa de los Vientos y www.adimensional.info


miércoles, agosto 01, 2007

Novelas para el verano 2007


Principe de nada, de R. Scott Bakker

En el Principio fue la oscuridad es el primer volumen de una de las mejores trilogías que se han publicado en los últimos tiempos en el campo de la fantasía épica. R. Scott Bakker sorprendió a crítica y público en el 2004 con una novela que puede codearse sin titubear con las mejores obras de fantasía que actualmente pueden encontrarse en este mundo literario. Su segunda novela El Profeta Guerrero recientemente publicada en los EEUU ha despertado aun más entusiasmo si cabe que el primer volúmen.

En el principio fue la oscuridad es una compleja novela que nos introduce en un mundo que sin saberlo se acerca al abismo; un choque de religiones y culturas en el m
arco de un segundo Apocalipsis que está apunto de sacudir los cimientos de toda la civilización. Dos mil años han transcurrido desde el Apocalipsis. Ahora, el Shriah de los Mil Templos ha declarado la Guerra Santa para arrancar la Ciudad Santa del Último Profeta de las manos de sus infieles moradores. Un hechicero, una concubina y un guerrero quedan cautivados por un misterioso viajero y caen bajo su yugo, mientras lo que empieza como una guerra de hombres contra hombres amenaza con llegar a ser la primera batalla del Segundo Apocalipsis.

La saga de Malaz, de Steven Erikson


Los dos primeros volúmenes publicados por Timun Mas se llaman El Último Puente y Los Jardines de la Luna y equivalen al primer libro de la saga en inglés, titulado Gardens of the Moon. Esta saga está considerado ya un referente claro de la fantasía de mejor calidad junto a La Rueda del Tiempo de Robert Jordan o Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martín. Un punto de partida en mitad de una tormenta es el elegido para iniciar esta épica saga coral. Steven Erikson se propone no dar ni un respiro al lector, proque tanto dentro como fuera del territorio de Malaz nada es lo que parece. Y nadie es lo que parece. ¿O sí?
La saga consta de 10 libros, seis de los cuales ya están publicados en inglés.

El último Puente
La política expansiva de la Emperatriz de Malaz ha llevado a sus soldados a vagar por más de un continente. Ahora, tras enfrentarse a Anomander Rake, caudillo de los tiste andii, se perfila en el horizonte lo que promete ser el siguiente objetivo: Darujhistan, última de las Ciudades Libres.
Aprovechando un momento de reposo, el sargento Whiskeyjack y su pelotón de Arrasapuentes se disponen a llorar a los muertos. Sin embargo, fuerzas siniestras conspiran dentro y fuera de las sendas mágicas. La ambición de la Emperatriz no conoce límites y los dioses observan cuanto sucede con ánimo de intervenir.


Los Jardines de la Luna
La invasión de Darujhistan se cierne sobre el horizonte mientras el concejo se divide entre los que quieren plantar cara al Imperio y los que están dispuestos a declarar la neutralidad. Sin embargo, todos saben que su caída es cuestión de tiempo, y existen fundadas sospechas de la presencia de agentes de la Garra, una siniestra organización imperial integrada por asesinos.
Pero a la ciudad tan sólo ha llegado el pelotón de los arrasapuentes, liderado por el sargento Whiskeyjack y con una misión orquestada por la propia Emperatriz que consiste en desestabilizar las defensas ¡y barrer de un plumazo a los propios Arrasapuentes!.

En el segundo libro de las Gestas de Malaz encontramos una Darujhistan asfixiada por la intriga, repleta de concejales corruptos, venganzas, robos y conspiradores. Y en medio de todo ello, un misterioso hombre que camina en sueños, amante de la cerveza y el buen comer, cuyo conocimiento del presente, el pasado y el futuro supera incluso al de los propios dioses.

Tierra de Vampiros, de E. E. Knight

E. E. Knight ha convertido en esta novela la ciencia ficción, la fantasía oscura y el terror en un mismo género, uniéndolos de una forma magistral que atrapará al lector en un vertiginoso viaje lleno de suspense y acción. Un nuevo autor que se ha hecho imprescindible en apenas un año.
La saga está compuesta de 5 libros, pero hasta ahora sólo dos de ellos están publicados en español (editorial "La Factoría de Ideas").

Como lobos
En el año 2065 el mundo que conocemos ha desaparecido. Una civilización alienígena, los Kurian, ha tomado posesión de la Tierra y esclavizado a la especie humana. Ahora los Segadores acechan en la noche como espectros vampíricos y roban la fuerza vital de los seres humanos, proporcionándole la
inmortalidad a sus amos Kurian. Pero en este reino de terror existe aún una débil esperanza para la Tierra. Varios grupos de rebeldes combaten a los Segadores y a los humanos que han traicionado a su especie para ponerse al servicio de los Kurian. Para David Valentine, unirse a los rebeldes y transformarse en un combatiente entrenado y mejorado físicamente será también la única forma de vengar la muerte de su familia. Su lucha por salvar a la humanidad de la esclavitud sólo acaba de empezar.

La zarpa del gato
Poseídos de una antinatural y legendaria voracidad, los segadores han llegado a la Tierra para establecer un nuevo orden basado en la recolección de almas humanas. Gobiernan el planeta y cuando es de noche, puedes estar seguro de que van a venir.
El teniente Valentine es un miembro orgulloso de los Lobos, una fuerza de combate de elite dedicada a la reconquista de la Tierra. Pero una batalla desastrosa ha dejado diezmada a la compañía... y a Valentine frente a un consejo de guerra. Tras recuperar su posición, acepta una oferta para convertirse en Gato, uno de los soldados entrenados para espiar a los segadores. La primera misión de Val será entrar en la zona kuriana e investigar la amenaza de la Cruz Retorcida, una fuerza de ataque de híbridos.