PIRLADAS

sábado, marzo 10, 2007

Nikola Tesla y el Evento Tunguska

De entre todas las hipótesis sobre lo que ocurrió en Tunguska hay una especialmente atractiva, a medio camino entre la ficción y la realidad. Hay gente que sostiene que esa misteriosa bola de fuego fue el resultado de un inconcebible experimento de Nikola Tesla, que en esos mismos instantes estaba experimentando con su nuevo “juguete”, nada más y nada menos que una nueva arma a la que llamaba “El Rayo de la Muerte”.

Para llegar a entender esa situación hay que hablar antes del tal Nikola Tesla, un inventor ninguneado por el tiempo pero que cuenta en su haber más de 710 patentes que cambiaron la historia de la humanidad. Tesla nació en Serbia en 1857 y ya en su juventud en París diseñó el primer motor de inducción. Tras instalarse en Estados Unidos formó equipo con el mismísimo Thomas Edison y le ayudó a terminar muchos de los inventos en los que trabajaba. Los celos profesionales del americano terminaron con la expulsión del serbio.

Entre sus muchos inventos podemos destacar: el primer sistema de corriente alterna, la radio sin hilos, la turbina sin palas, el cable transatlántico, las primeras técnicas de energía solar, el mando a distancia, la luz fluorescente y abasteció de corriente a un millón de americanos instalando un generador de electricidad en las Cataratas del Niágara.

Muchos se atribuyeron como suyos inventos del propio Tesla y su condición de extranjero afincado y de loco extravagante empezaron a hacer que las inversiones en investigación fueran disminuyendo. Lo que remató su fuente de ingresos fue la intención de abastecer a toda América con energía a un precio casi gratuito, algo impensable para todos aquellos que invertían en sus ideas esperando hacerse ricos. Esta situación se ve reflejada en la película "El truco final", con David bowie en el papel de Tesla.

Tesla se instaló en Colorado Springs y montó una torre de transmisión de energía de unos 60 metros de altura, logrando encender 200 lámparas a decenas de kilómetros de la torre transmitiendo una onda de frecuencia a través de la tierra. Desgraciadamente la población de Colorado se hartó de las explosiones de generadores y lámparas a diario, de bolas de fuego que aparecían sobre de la torre y de que chispazos varios les asaltaran por la calle.

Tesla experimentaba con un sistema de transmisión de datos a distancia que abarcaría todo el globo y se trasladó en el laboratorio de Wardenclyffe (Long Island).Y aquí llegamos a las vísperas del 30 de julio de 1908, justamente antes del “caso Tunguska”. Tesla anunció que estaba en posesión de una nueva arma a la que llamaba “El Rayo de la muerte”, capaz de mandar un rayo electromagnético a centenares de kilómetros y arrasar grandes extensiones de tierra. Lo mejor de todo es que justo días antes de que explotara media Siberia Tesla mandó un telegrama a su amigo Peary que justamente estaba intentando conseguir ser el primer hombre en pisar el Polo Norte. El mensaje venía a decir algo así: “Amigo Peary, voy a mandar un rayo cerca de por dónde tu andas y ya me dirás que tal queda todo…” Parece ser que el bueno de Peary volvió sin haber presenciado nada anormal en su zona, pero en ese mismo momento una gran bola de fuego arrasaba Tunguska. Al parecer Tesla se sorprendió de los resultados devastadores y desarmó el arma aludiendo ciertos errores de cálculo.

Nunca se ha llegado a demostrar al 100% qué fue lo que ocurrió esa mañana de 1908 pero también hay estudios que dicen que la hora del experimento y la explosión no son compatibles. Sin embargo la historia es espectacuar, no?.

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