El sueño atómico de Franco
El 27 de diciembre del año 1958, Franco y Carrero Blanco, inauguraron el Centro Nacional de Energía Nuclear Juan Vigón en la Ciudad Universitaria de Madrid. En la imagen, Franco observa atentamente la estructura del primer reactor instalado en territorio español con capacidad para reprocesar uranio. Fue uno de los sueños secretos de Franco. Durante dos décadas nuestro país estuvo coqueteando con el arma más mortífera creada por el ser humano: la bomba atómica.
En 1963 el director de la Junta de Energía Nuclear (JEN), encargó un estudio sobre las posibilidades reales que tenía nuestro país de construir una bomba atómica sin alertar a la comunidad internacional. Los primeros resultados fueron un fiasco. Los especialistas del JEN se manifestaron incapaces para saber los detalles técnicos para la fabricación del artefacto y, sobre todo, cómo obtener el plutonio necesario. Tres años después, el accidente de un avión norteamericano en la localidad almeriense de Palomares al perder sobre territorio español cuatro bombas de hidrógeno, supuso un nuevo impulso al proyecto. Los técnicos encontraron en la zona restos de la bomba y de los detonadores que les permitieron resolver las muchas dudas que albergaban. En el universo geopolítico de la época, poseer la capacidad técnica para fabricar la bomba, significaba detentar un estatus especial. Y Franco lo sabía. Con espinas clavadas como el mantenimiento de la posesión británica de Gibraltar o el eterno "fantasma" que suponían las aspiraciones marroquíes por recuperar Ceuta y Melilla, los sucesivos gobiernos se negaron a firmar el Tratado de Proliferación Nuclear (TNP).
El primer documento oficial donde se reconoce la capacidad española para fabricar la bomba atómica data de 1967, y se trata de una circular interna del Ministerio de Asuntos Exteriores a varias de sus embajadas en el extranjero. Al año siguiente, se instala en la sede de la JEN, en la Ciudad Universitaria de Madrid, el primer reactor rápido nuclear español, el Coral-1, con capacidad para trabajar con plutonio de grado militar. Los primeros gramos de plutonio vieron la luz 12 meses más tarde, en 1969, en el más absoluto de los secretos.
Ya en la década de los 70, la carrera nuclear española se disparó definitivamente. En 1971, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), elaboró un informe confidencial en el que se confirmaba que nuestro país podía dotarse rápidamente su propio armamento nuclear utilizando las instalaciones de las que ya disponía. El estudio indicaba la posibilidad de realizar la primera prueba nuclear en el desierto del Sáhara, con un coste aproximado de 8.700 millones de pesetas de entonces. La obtención del plutonio suficiente para construir la bomba (6 kilos), en un país cuyo subsuelo contenía las segundas reservas de uranio natural de Europa, no era un problema.
Los que creían que la muerte del dictador iba a suponer un cambio significativo de la postura pronuclear española se equivocaron. Las presiones norteamericanas, ya con James Carter como presidente, para que España firmara el TNP continuaron. Las dudas se hicieron mucho más intensas cuando en 1977 se conoció públicamente el alcance tecnológico de las instalaciones nucleares previstas para el llamado Centro de Investigación Nuclear de Soria (CINSO). Los investigadores norteamericanos se asustaron al averiguar que en la planta piloto ideada para convertir el uranio en plutonio se podían obtener 140 kilos al año.
Pero Jimmy Carter no estaba dispuesto a que un nuevo país se sumara a la carrera nuclear que él trataba de frenar. Finalmente, en 1981, España acabó aceptando las condiciones impuestas por los norteamericanos y firmó un acuerdo de salvaguardias con la OIEA para someter estas instalaciones a verificación constante. La firma del TNP en 1987 por parte del Gobierno de Felipe González, se considera algo ya puramente simbólico. España había dejado de jugar a la bomba atómica en un mundo donde de lo que se hablaba ya era de la Guerra de las Galaxias...
2 Comments:
Je, je, creo que lo mas radiactivo que consiguiero fue al fraga bañándose en palomares.....eso si que es un arma tremenda...
By Anónimo, at 6:46 p. m.
yo creo que en ese momento Fraga consiguió la vida eterna. Va a ser que la fuente de la eterna juventud es un baño de sales de plutonio.
By ilpirlo, at 9:50 a. m.
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